
El entrenamiento en montaña junto a otros corredores o compañeros de club es un clásico. Pero en el momento de ponerse a correr llega el problema de siempre: la diferencia de nivel entre atletas y, por tanto, de ritmo o habilidad a la hora de avanzar sobre el terreno. Si entrenas junto a un amigo, y eres el “lento” de la pareja, no te dejes intimidar ni trates de hacer milagros. Puedes seguir estos cuatro consejos para hacer una virtud de un entrenamiento con alguien de mayor nivel:
• Correr al ritmo del más lento. El ritmo lo marca el atleta de menor nivel. Un corredor de nivel superior puede permitirse un entrenamiento a un ritmo más bajo, ya que no le perjudicará físicamente ni mentalmente; pero si invertimos la ecuación, la cosa cambia. Un corredor de bajo nivel terminará por no disfrutar del entrenamiento si se ve permanentemente obligado a ir más rápido de lo que su cuerpo le permite y acabará fatigado muscularmente y psicológicamente. Antes de acordar ir a entrenar juntos, hablad sobre este aspecto.
• Aprovecha el mayor nivel de tu compañero. La mayoría de corredores aumentan su nivel cuando entrenan con otro atleta que tiene un nivel superior a ellos. No trates de impresionarle llevando ritmos muy altos que no vas a poder aguantar más allá de unos minutos (eso déjalo para el final del entrenamiento). Sí que puedes aprovechar para fijarte cómo se desenvuelve él en terreno técnico o la postura que adopta en los desniveles y tomar algunos consejos.
• Mantener una relación sincera. Intercambiar información sobre el ejercicio que habéis hecho durante los últimos días y cómo os encontráis en ese momento para correr. Hablad también durante el entrenamiento para confirmar que los dos vais cómodos en todo momento con los ritmos que lleváis. Y si tú eres el “lento” y crees que debéis bajar el ritmo, díselo a tu compañero con confianza, pero sobre todo, no te quemes.
"Recordar el dialogo entre compañeros es importante"
AMC
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