El cruzado, es la realización de actividades físicas que acompañan el plan de entrenamiento de un corredor y que presentan estímulos diferentes a los del running (trabajan otros músculos o lo hacen de otra manera o intensidad).
El entrenamiento cruzado más utilizado por corredores suele ser: la bicicleta, la natación, la elíptica o hasta el agua running.
Dependiendo el tipo de actividad que elijas y la forma en la que la practiques, la función del entrenamiento puede variar significativamente: puede ayudarte a recuperarte de una lesión, mejorar tu forma física o mantenerla mientras estás lesionado, y hasta ayudarte a mejorar diversos aspectos de tu forma física.
El entrenamiento cruzado es una herramienta más de la que los corredores disponen y su buen uso es sumamente efectivo.
En este artículo, te contaremos dos errores cuando haces entrenamiento cruzado que deberías evitar.
1.- PENSAR QUE ES SOLO PARA RECUPERARTE DE LESIONES
Como anticipamos, el entrenamiento cruzado es una forma de lograr una mejor y más rápida recuperación de lesiones.
Si estás lesionado y te resulta imposible continuar corriendo, el entrenamiento cruzado puede ser una forma de mantener la forma física y hasta contribuir a la recuperación de la lesión.
Dependiendo de la naturaleza y gravedad de la lesión, nadar, rodar en bicicleta u otras actividades de bajo impacto (como el yoga o Pilates) puede aumentar el flujo sanguíneo en la zona lesionada y mejorar los tiempos de recuperación.
Si deseas imitar el efecto de correr sin la tensión sobre el músculo dañado o articulación, el agua running es una gran alternativa, también puedes probar la máquina elíptica o la bicicleta para un entrenamiento aeróbico de calidad.
Si la lesión te impide soportar dichas tensiones, el entrenamiento cruzado puede ayudarte a entrenar otras zonas de tu cuerpo que son esenciales para un corredor.
Sin embargo, es importante que sepas que el entrenamiento cruzado no es solo una forma de recuperarte de lesiones y de hecho es una forma de entrenar que deberías practicarla todo el año y que te puede ayudar a mejorar tu forma.
El entrenamiento cruzado puede ayudarte a mejorar tus rendimientos, ya que puede complementar las habilidades de un corredor de varias maneras diferentes.
El entrenamiento cruzado puede aumentar la flexibilidad, eficiencia, potencia, fuerza y resistencia; habilidades de las que todos los corredores pueden beneficiarse.
Para aquellos corredores que aún no están listos para incrementar el volumen o intensidad de sus entrenamientos, el entrenamiento cruzado es una buena alternativa de agregar entrenamientos sin sufrir las consecuencias.
El entrenamiento cruzado también puede ayudarte a recuperarte activamente luego de duros entrenamientos o competiciones.
2.- DESTRUIRTE EN LAS SESIONES
Encontrar el equilibrio entre el descanso y la recuperación y los entrenamientos duros, es siempre un dilema para los corredores que quieren mejorar.
Aunque el descanso es necesario para los corredores, el descanso activo es aún más efectivo.
El descanso activo mediante entrenamiento cruzado, permite aumentar el flujo sanguíneo en tus piernas y así llegarán una mayor cantidad de nutrientes y se eliminarán desechos de tus músculos.
Sin embargo, son muchos los corredores que creen que como no corren durante la sesión de entrenamiento cruzado, pueden exigirse al máximo.
Una sesión de bicicleta luego de un duro entrenamiento puede ser muy buena para recuperar tus piernas (si su duración no es muy elevada y la resistencia que utilizas no es exagerada).
Por el contrario, si al día siguiente de un duro entrenamiento o carrera, te subes a la bicicleta y le das duro, el entrenamiento cruzado podrá ser perjudicial.
Sé inteligente, ten en cuenta cuál es el objetivo de cada sesión de entrenamiento (sea corriendo o con entrenamiento cruzado) y cuida tu cuerpo al máximo.
AMC